Antes
de nada decir que no comparto al 100% el contenido de éste artículo.
Pese a eso, ofrece una visión alternativa a la oficial que creo merece
ser tenida en cuenta analizando y filtrando la información que aporta.
Por la misma razón, seguido a éste pondré un post con una pequeña “aclaración”, a mi juicio más cercana a la realidad, que tomo prestada de un libro.
Por la misma razón, seguido a éste pondré un post con una pequeña “aclaración”, a mi juicio más cercana a la realidad, que tomo prestada de un libro.
Es sorprendente que la URSS y USA atacaran
coordinadamente a Alemania durante la II Guerra Mundial. Dos potencias
teóricamente antagónicas se aliaron contra toda lógica y, durante años,
fingieron la “Guerra Fría”. Este fenómeno ha sido poco analizado, pero
los que siguen los artículos que venimos publicando aquí, quizás, ya
tengan la respuesta.
Hitler y los banqueros judíos
Lionel Nathan Rothschild
-Karl Santhrese
-Aportación: DonaldRumsfeld
-Aportación: DonaldRumsfeld
Lionel Nathan Rothschild el gran banquero internacional, era judío,
esto lo puede verificar cualquiera (cito tan solo una fuente: la
Enciclopedia Encarta 2006), otro hecho que ya es conocido es que Karl
Marx se llamaba en realidad Kissel Mordekay también era judío y esto no
es ningún secreto. Lo que suele esconderse o acallarse es un hecho
notable: el gran cabecilla e ideólogo de los “revolucionarios” Kar Marx
fue financiado por un poderoso banquero internacional, es decir Marx fue
financiado por el banquero de la misma tribu.
Esto lo admite el judío Paul Koch cuando dice “El dato que no suelen
recoger las enciclopedias, aunque los originales se guarden en las
colecciones de documentos del British Museum, es que fue Nathan
Rothschild quien firmó los cheques de la llamada Liga de los Hombres
Justos, con los que Marx fue gratificado por la elaboración de sus
famosas obras” ([1]). Pero como no es prudente basarnos solo en lo que
dice un hebreo -incluso cuando parece decir la verdad- veamos otras
fuentes y datos de la realidad.
Mikhail Bakunin era un socialista imbuido en el anarquismo teórico,
se unió en 1842 en París al grupo de Karl Marx y Pierre-Joseph Proudhon,
siendo cofundador de la Primera Internacional. El gran hecho es que
rompe su relación con Marx al descubrir la trama oculta y la finalidad
oscura y soterrada del socialismo marxista, abría así no solo una
disputa política sino una enemistad manifiesta. Su revelación fue hecha
pública en su “Carta a los internacionales de Bolonia” de diciembre de
1871 (Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam)
exponiendo a Marx como lo que realmente era, un representante oculto de
los intereses judeo-mesiánico-racistas. Bakunin señala entre otras cosas
la relación entre éste con los Rothschild y los judíos en general,
“…Como son los judíos en todos los lugares, agentes de comercio,
académicos, políticos, periodistas, en una palabra correctores de
literatura, a la vez que intermediario de las finanzas, ellos se
apoderan de toda la prensa de Alemania comenzando por los periódicos de
los monárquicos mas absolutistas hasta de los periódicos absolutistas
radicales y los socialistas, y desde hace mucho tiempo reinan en el
mundo del dinero y de las grandes especulaciones financieras y
comerciales: de esa forma, teniendo un pie en el banco, acaban de
colocar en estos últimos años el otro pie en el socialismo, así apoyando
su posterior en la literatura cotidiana de Alemania… Usted puede
imaginarse que literatura nauseabunda debe salir de esto”.
“Bien, todo este mundo judío que forma una única secta explotadora,
una especie de sanguijuela de la gente, un parásito colectivo devorador y
organizado, no solo a través de las fronteras de los estados, sino a
través mismo de todas las diferencias de opiniones políticas, este mundo
esta actualmente, en gran parte por lo menos, a disposición de Marx por
un lado y de los Rothschild por el otro. Yo sé que los Rothschild, como
reaccionarios que son y que deben ser, aprecian mucho los méritos del
comunista Marx y, a su vez, el comunista Marx se siente inevitablemente
arrastrado, por una atracción instintiva y una admiración respetuosa, en
la dirección del genio financiero de los Rothschild. La solidaridad
judía, esta solidaridad tan fuerte que se mantuvo a lo largo de toda la
historia, los une”.
“Esto debe parecerse extraño. ¿qué pueden tener en común el
socialismo y el gran banco? Es que el socialismo autoritario o comunismo
de Marx busca una fuerte centralización del Estado, y allí, donde
exista la centralización del Estado, debe haber necesariamente un Banco
Central del Estado, y allí, donde existe tal Banco, los judíos siempre
estarán seguros de no morir de frío o de hambre” ([2]). Esto no lo dice
un nazi, ya que ni siquiera existía el nazismo, lo dice nada menos que
un anarquista teórico afín a ideas del socialismo histórico.
Así Bakunin, que fue cofundador de la Primera Internacional, se
manifestó y puso en relieve la actitud conspirativa, despótica,
autoritaria y pro-judaica de Marx que en la Primera Internacional
socialista (1864) se convertía en el encargado de exponer y redactar los
estatutos y objetivos de la futura lucha comunista, los proletarios
también significaban una fuerza de choque que demostró ser entre otras
cosas fácilmente manipulable.
Exponer la realidad a la luz de todos le costó caro, fue expulsado de
la Primera Internacional, pero dejó su legado de verdad. Fíjense que ni
siquiera estoy citando fuentes nazis, donde tal cuestión alcanzó
niveles de análisis refinados de carácter científico, abarcando
múltiples planos, antropológicos, sociológicos, socio-biológicos,
culturales, religiosos, psicológicos, económicos etc. No obstante, esta
trama silenciada de la historia toma relieve público universal a partir
de la irrupción nacionalsocialista en la historia alemana y mundial y es
vuelta a silenciarse, censurarse y hasta distorsionarse luego de
finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta nuestros días, donde
el tema no puede tocarse ni tratarse aun objetivamente, sin que un
ejército de periodistas de la tribu y sus seguidores alienados saquen a
relucir la bandera y la chicana moral de los 6 millones de gaseados,
anulando así toda opinión libre objetiva e imparcial. Pero la verdad
siempre termina saliendo a luz revelándose contra los amos del engaño y
la oscuridad.
No era un delirio ni una difamación de los nazis cuando acusaban a
los judíos de tramar una conspiración mundial para el dominio imperial
del mundo. La idea de conquistar el mundo por medio del comunismo
marxista aparece con toda diafanidad en muchos famosos escritores judíos
como Edmond Fleg, Barbusse, André Spire, y otros, pero principalmente
en la conocida carta enviada por el celebre judío neomesianista Baruch
Levy a Karl Marx descubierta en 1888 y publicada por primera vez en ese
mismo año. Su texto es el siguiente:
“El pueblo judío tomado colectivamente será él mismo su Mesías. Su
reino sobre el Universo se obtendrá por la fusión de las otras razas
humanas, la supresión de las fronteras y de las monarquías que son los
baluartes del particularismo, y el establecimiento de una República
Universal que reconocerá por doquier los derechos de la ciudadanía a los
judíos. En esta nueva organización de la humanidad, los hijos de Israel
diseminados actualmente sobre toda la superficie del globo, todos de la
misma raza y de igual formación tradicional, llegarán a ser sin
oposición el elemento dirigente en todas partes, sobre todo si llegan
imponer a las masas obreras la dirección estable de algunos de entre
ellos. Los gobiernos de las naciones al formar la Republica Universal
pasaran todos sin esfuerzos a manos de los israelitas. La propiedad
individual podrá entonces ser suprimida por los gobiernos de raza judía
que administrarán en todas partes la fortuna pública. Así se realizará
la promesa del Talmud que cuando los tiempos del Mesías hayan llegado
los judíos tendrán bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del
mundo”.
En ningún lado esta escrito que esta idea haya sido descartada aún en nuestros días de globalinvasión.
Sea apostando al capitalismo liberalista o al comunismo marxista,
existe un solo ganador: el judío internacional. Por ello el tan
detestado Hitler posee una pésima imagen, pues él fue el creador de una
verdadera y genuina oposición al Sistema para salir de esta trampa
bipolar caza ignorantes. Hitler propuso un socialismo que en oposición
del internacionalista-judío de Marx bregaba por la nación, un socialismo
nacionalista, por ello llamó a su partido político nacionalsocialismo.
Él pensaba que si el bien común era realmente promovido desde el Estado
dentro del marco de la nación y la raza, la lucha clasista-maniquea
entre opresores-oprimidos debería desaparecer debido a que la
supervivencia racial de toda la nación era más importante que cualquiera
de sus partes. El nacionalsocialismo bregaba por un Estado Poderoso,
pero hizo la salvedad de que el mismo solo era un medio para un fin,
este fin era la conservación eugenésica de la raza blanca. En el plano
económico se rompía con el Sistema dual que protegía a las finanzas
internacionales y la “secta explotadora”, atacando doctrinalmente desde
el principio el concepto explotador del interés del dinero, y todo tipo
de actividad especulativa beneficiando por otro lado solo la economía
productiva o real. A los especuladores que creaban hiperinflaciones y se
enriquecían a costa de la pobreza del pueblo, se los mandaba a trabajar
a los campos de concentración.
Sin dudas era un gran cambio de ambiente, claramente hostil para todo tipo de parásitos sociales.
Ahora expondré porque Marx fue financiado. ¿Qué decía su doctrina?
¿Hacia donde tendía, más allá del palabrerío refinado? ¿Qué no decía?
Comenzaré por la última pregunta. Es un hecho de que el Banco y el
sistema financiero siempre estuvieron por encima de la industria en
cuanto relación de poder, pues la falta de liquidez hacía a la industria
dependiente del crédito, luego el interés del dinero producía una
relación de servidumbre que se extendía a toda la sociedad, mucho más
cuando los banqueros judíos comenzaban a “otorgar” –a veces mediante
métodos no limpios- créditos a interés compuesto a los gobernantes y
Estados. Lejos de beneficiarlos se creaba una servidumbre realmente
expoliadora y parasitaria, puesto que permitía a los banqueros
internacionales vivir de los intereses cada vez mayores sin aportar
actividades productivas a la economía real, logrando como el FMI
condicionar determinantemente las políticas de los Estados subyugados
mediante la extorsión del pago de la deuda muchas veces impagable
-debido a la exorbitante acumulación de intereses-. Sin embargo, el
marxismo distorsionaba esta realidad a los ojos de los ignorantes
seguidores, ya que escondía el funcionamiento de este Sistema realmente
expoliador y subyugante apuntando sus dardos en cambio hacia “los
poseedores” la industria, los terratenientes, etc., es decir, la
competencia del judaísmo internacional, mientras que se mantenía impune e
intocable el eje y la cúpula explotadora. Así mismo, gracias a una
forzada visión clasista-maniquea-materialista de la sociedad entre
opresores (ricos) y oprimidos (pobres) creaba una lucha intestina en
cada nación, en cada Estado (es decir los enemigos del judaísmo
internacional). La designación abarcadora y amplia de “clase opresora”
le permitía esconder una realidad: la existencia de una raza
expoliadora, eje promotor del feroz capitalismo liberalista. Mientras
los proletarios desperdiciaban sus energías apuntando sus
manifestaciones frente a las industrias, los hebreos seguían
condicionando y recaudando tranquilamente en sus bancos, esperando el
quiebre de una u otra industria para luego comprarla barato, ese fue el
uso mínimo de los mismos, mientras que el uso máximo de ellos fue para
armar revueltas y golpes de Estado que venían justificados por “una
buena causa”. Los proletarios fueron usados como fuerza de choque y no
solamente en este ámbito sino también en el plano cultural-ideológico.
Mientras el capitalismo liberalista debilitaba el Estado quedando
subyugado éste a los bancos judíos y a intereses de las grandes
corporaciones, es decir los grandes Trust internacionales judíos (las
conocidas multinacionales), llevaba incorporado en el plano ideológico
el individualismo que destruye centrífugamente una sociedad; por otro
lado el marxismo judaico utilizaba la “resistencia” ignorante y
oprimida, para luego alejarla de la nación y la raza al abrazar por
sobre ésta la clase social, con ello se acentuaba la destrucción de los
Estados, las fronteras, las naciones, y se preparaba el terreno mental
proclive a la mezcla de las razas (objetivo judío). Con estas
estratagemas de manipulación se lograba chicanear al mismo tiempo la
industria nacional, de modo de condicionar su existencia (por arriba los
bancos, por debajo el proletario) y con el tiempo internacionalizar esa
industria que poco a poco caía en manos judías.
Tanto el individualismo capitalista-liberalista como el colectivismo
marxista-clasista no conocen ni naciones, ni fronteras, ni razas, siendo
por ello el caldo de cultivo para la destrucción de las mismas. Con esa
destrucción de las razas, el judaísmo internacional organizado y
dirigido por racistas (obviamente también judíos), pretende lograr
imponerse ante todos como el único particularismo dotado de origen,
historia común, tradición, unión nacional-racial-religiosa, así los
demás pueblos serían débiles y fácilmente doblegables frente a esta
unidad poderosa. El fomento judío de la inmigración de razas de color a
Europa y EEUU permite acentuar el proceso de exterminio a la Raza
blanca, permitiendo obtener a las multinacionales, abundante mano de
obra barata al tiempo que se crea una competencia desleal contra los
nativos blancos, también oprimidos y expoliados por la baja general de
salarios.
La creación y el fomento del Estado-multinacional o multirracial o
como eufemísticamente lo llaman “Estado-multicultural” no es otra cosa
que la preparación de la disolución y el exterminio de la raza blanca
indoeuropea mediante el mestizaje, el objetivo sería alcanzar el
“Estado-Híbrido” al estilo de la India actual, donde habitan millones de
esclavos hambrientos y mestizos (ni negros ni blancos) sin origen, sin
destino, carentes de toda creatividad y futuro propio… quedando a merced
de la Raza explotadora. Recién estamos en la etapa de la creación de
los “Estados multirraciales” y si esto no cambia, las razas se
terminarán fusionando, es decir serán exterminadas (exterminio
silencioso), así se comprende porque en la mayoría de las películas de
Hollywood (en manos judías) se hace constantemente apología a las
parejas mixtas y se promueven “bellezas” exóticas, se venden estas
uniones interraciales con las mismas técnicas publicitarias usadas para
vender los productos comunes, “satisfacción garantizada”, “mucho
placer”, “bellas curvas”, “miembros exuberantes”, muchos hombres y
mujeres de raza blanca europea corren alienados en busca de su doncella
exótica o su macho “superdotado” sin percibir que han sido brutal y
criminalmente manipulados psicológicamente mediante mitos, engaños y
sofismas. Así se entiende la finalidad oculta de aquellas películas,
programas y shows, mientras que aflora al mismo tiempo la hipocresía del
llamado a la “tolerancia” y la continua lucha contra “la
discriminación” y “el racismo”, las masas alienadas repiten como loros
estas consignas emanadas desde la prensa (monopolios mediáticos a su vez
controlados por banqueros judíos…).
Pero no fue solamente Marx el que fue financiado por las finanzas
internacionales, ese fue solo el comienzo, una vez sembrada la
ideología, que actúa como una suerte de pantalla a través de la cual los
alienados seguidores ven el mundo desde una óptica prediseñada por el
sofista, solo quedaba la organización para el asalto al poder, pues la
justificación ya estaba lista. Una cantidad inaudita de judíos se
dispusieron a tomar el poder por la fuerza en toda Europa, siendo
financiados no solo por el banquero Rothschild sino por toda una
pandilla de banqueros de la misma tribu. Esto sería una difamación
contra los judíos si yo no presentase pruebas, pero la presentación de
las mismas sumando hechos inobjetables plasmados en la historia dejan mi
conciencia tranquila, contraatacando a través de un llamando de
atención a los ingenuos y negacionistas irracionales.
A principios de 1919, el servicio secreto de los EEUU entregó al alto
delegado de la República Francesa en ese país un memorial en el que
categóricamente señala la participación de los principales capitales
banqueros en la preparación de la revolución comunista rusa:
“7-618-6 No. 912-S. R.2 II Transmitido por el Estado Mayor del ejército 2º despacho:
En febrero de 1916, se supo por primera vez que en Rusia se estaba
fomentando una revolución. Se descubrió que las personas y firmas
bancarias que se mencionan estaban complicadas en esta obra de
destrucción:
1.-Jacob Schiff. judío
2.-Kuhn, Loeb and Co.. firma judía.
Dirección:
Felix Warburg, judío
Otto Kahn, judío
Mortimer Schiff, judío
Jacobo Schiff. Judío
Jerónimo H. Hanauer, judío
3.- Guggenheim, judío
4.- Max Breitung, judío.
“A principios de 1917 el poderoso banquero Jacobo Schiff comenzó a
proteger a Trotsky, judío y francmasón, cuyo verdadero nombre es
Bronstein; la misión que se le encomendaba era dirigir en Rusia la
revolución social. El periódico de Nueva York “Forward”, cotidiano judío
y bolchevista, también le protegió con el mismo objeto. También le
ayudaban financieramente los grandes bancos: Casa judía Max Warburg, de
Estocolmo; el Sindicato “Westphalien-Rhenan”, por el judío Olef Aschberg
de la Nye-Banken de Estocolmo y por Jivotovsky, judío, cuya hija se
casó con Trotsky y de este modo se establecieron las relaciones entre
los multimillonarios judíos y los judíos proletarios…” “La firma judía
Khun, Loeb and Co., está en relación con la Sindical
“Westphalien-Rhenan”, firma judía de Alemania; lo mismo los hermanos
Lazare, casa judía de París, lo está con la Gunzbourg, casa judía de
Petrogrado y Tokio y París; si observamos además que todos los
precedentes negocios judíos mantienen estrechas relaciones con la casa
judías Speyer and Co., de Londres, Nueva York y Francfort-sur-le-Mein, y
lo mismo con las casas Nye Banken, que es la encargada de los negocios
judíos-bolchevistas de Estocolmo, podremos deducir que la relación que
tiene la Banca con todos los movimientos bolchevistas, debe pensarse que
en la práctica representa la expresión verdadera de un movimiento
general judío, y que ciertas Casas Bancarias judías están interesadas en
la organización de esos movimientos".
Ya lo advirtió Henry Ford en su libro “El judío internacional”: “El
Soviet no es una institución rusa, sino judía…..el 90 % de los
comisarios eran judíos. Al triunfar la revolución bolchevique, el nuevo
régimen fue integrado en su mayoría por judíos y en estos porcentajes:
. Consejo de comisarios populares, 77% de judíos
. Comisión de guerra, 77%.
. Comisariado de asuntos exteriores, 81%.
. Comisariado de hacienda, 80%.
. Comisariado de gracia y justicia, 80%
. Comisariado de educación pública, 79%.
. Comisariado de socorro social, 100%
. Comisariado de provincias, 91%.
. Periodistas (dirigentes) 100%.
Bajo este régimen judío fueron masacrados y asesinados millones de
seres humanos inocentes, saqueos, pillajes, incendios de iglesias,
fusilamientos masivos, mientras que no tardarían en llegar los campos de
exterminio judeocomunistas, los otrora famosos y hoy silenciados Gulag.
Si bien se popularizaron con Stalin, su existencia se conoce desde la
temprana subida al poder por parte de los judíos bolcheviques; fueron
legalizados por decretos promulgados en septiembre de 1918 y en abril de
1919. Es decir todos esos “Campos de concentración” nazis que vemos en
interminable cantidad de películas (hechas por judíos) fueron copiados
en realidad a los “Campos de concentración” que los judíos bolcheviques
habían construido en Rusia, ¿usted sabía esto?, ¿alguna vez usted vio
una película que aclare este pequeño-gran detalle?…
Mientras millones de alemanes morían en el frente de batalla en la
Primera Guerra Mundial, una pandilla de judíos liderados por Kurt Eisner
aprovechaba el desconcierto para sabotear mediante huelgas la moral de
los soldados del frente y la nación alemana, esto fue coronado con la
toma del poder el 7 de noviembre de 1918. Luego entre el 6 y el 15 de
abril de 1919 otro grupo de inmigrantes judíos provenientes de Rusia
liderados por Leviné-Nissen, Axelrod y Levien toma el poder en Alemania
proclamando la República Soviética Bávara ([8]), inspirada en el ejemplo
de Béla Kun en Hungría (también de la misma tribu). Es decir los
alemanes caían bajo el yugo de un gobierno tiránico de judíos formado
por inmigrantes de origen ruso que habían participado también en
actividades revolucionarias en Rusia (1905). Apenas establecido este
nuevo gobierno judeo-tiránico en Alemania de Weimar, comenzó un imperio
de terror que se veía mitigado solamente por su ineficiencia. Se había
nombrado gran cantidad de judíos en distintas áreas de gobierno, muchos
de ellos fueron los soldados del “Ejercito Rojo” que corrían borrachos
por las calles, saqueando y pillando.
Resumiendo, vemos por un lado algunos de los más prominentes
banqueros y financistas judíos: los Rothschild, los Warburg, Kuhn, Loeb,
Olef Aschberg, Schiff, Lazare, Hirsch, Gunzbourg, Speyer, Wallenberg,
Guggenheim, Breitung, etc., todos promoviendo revoluciones
socialistas-marxistas y anarquistas lideradas por judíos como Trotzky
(Bronstein), Kamenyev, Ederer, Rosenthal, Goldenrudin, Merzvin
(Merzwinsky), Furstemberg (Ganetsky), etc. en Rusia; Béla Kun en
Hungría; Liebknecht y Eisner en Alemania, otros judíos fueron Ernst
Toller, Erich Mühsam, Leviné, Levien, Axelrod, R. Luxemburg, etc. Entre
los más destacados. De esta manera puedo afirmar que las conspiraciones
no existen, pero que las hay las hay, sería torpe y hasta ingenuo pensar
que esto fue una mera coincidencia.
Quienes liderarían las “revoluciones” sabían perfectamente que la
doctrina marxista no era sino un “cheque en blanco” para que una raza
-la judía- asaltara el poder por la fuerza bruta sin poner en riesgo los
exorbitantes capitales de los grandes banqueros judíos, logrando una
soberanía jamás imaginada en un contexto racista, no-revolucionario y
no-igualitario.
Los reinados del terror judío, recubiertos de una apariencia y
fundamentación clasista proletaria, eran en realidad golpes de Estado.
Se pretendía hacerlo masivamente por Europa, y luego por el mundo, lo
cual les habría proporcionado la tan deseada conquista del mundo, pero
las cosas no les salieron del modo óptimo en que habían sido planeadas,
esperaban resistencias, si, pero jamás imaginaron la tremenda reacción
vital germana liderada por Hitler, quien puso un muro de contención no
solo físico-histórico, sino también psicológico a nivel doctrinal. Nada
ingenuos fueron los germanos que pudieron darse cuenta de tal
estratagema. En esos momentos trágicos que vivía Europa y Alemania
especialmente, encontramos expresiones como la siguiente “esa dictadura
de los soviets o, para decirlo mejor, una soberanía pasajera de los
judíos, que habrían sido objetivo original de los promotores de la
revolución” (Hitler, en su libro “Mi Lucha”).
La irrupción histórica de Hitler y el Tercer Reich puso en riesgo, en
tan solo 12 años, el esfuerzo de siglos y siglos de conspiración. La
histeria invadió los círculos conspirativos y cabalistas, pues Hitler
así como demostró ser un gran estratega en el plano militar, también lo
fue en el plano doctrinal al crear su Weltanschauung, en efecto, hizo
doctrina pública todo aquello que pretendían evitar los judíos
cabalistas conspirativos,
1º) Hitler evitó un choque o confrontación clasista-artificial, que
afectaba negativamente a la raza propia, llevando el combate y la
confrontación a un plano racista-natural contra todo el pueblo judío.
2º) Hitler imprimió a los arios de un vitalismo naturalista poderosísimo.
3º) Hitler creo una doctrina única en su especie, que por su
característica singular la hace –a diferencia de otras ideologías-
eterna o inmortal, es decir, no muere o no puede morir, ni siquiera con
la caída del Tercer Reich.
Los cabalistas y talmudistas judíos (que son los dirigentes) sabían
que su única esperanza para lograr sus fines era manteniendo su obrar en
sigilo (como quien se toma una guerra en serio), y evitando que “el
problema judío” sea resuelto de un modo efectivo, es decir, a ellos no
les molestaba un antisemitismo estéril como el antisemitismo religioso
de tipo cristiano debido a que simplemente acudían a la falsa conversión
-veamos los marranos- lo cual les permitía continuar con sus planes en
Europa. El antisemitismo clasista –basado solo en la crítica a los
privilegios económicos- tampoco representaba una gran amenaza, a lo sumo
se veían amenazadas sus posesiones por un tiempo, pero les permitía
seguir parasitando y conspirando en Occidente. Es decir ningún
antisemitismo tradicional era peligroso para ellos, entiéndase para su
existencia. Mientras esto continuara así tarde o temprano la victoria
llegaría para Sion, los pueblos ya habían olvidado su propio origen
racial y por ello se veían más permeables a una invasión de un pueblo
foráneo que se disfrazaba de mera religión y que acudía al
igualitarismo, solo para ganar derechos en su conquista ([10]). Este
antisemitismo o mejor dicho antijudaísmo cambió radicalmente con la
visión racista de los germanos y Hitler, influenciadas a su vez por los
incipientes descubrimientos científicos en las ciencias naturales,
principalmente las ciencias biológicas -que por cierto no tardaron en
llevarse al plano social-, las leyes de la herencia (Mendel), el
nacimiento de la eugenesia (F. Galton), el darwinismo y principalmente
el darwinismo social -que es más preciso llamarlo spencerismo- (Herbert
Spencer, Karl Pearson, Ernst Haeckel), las teorías del Conde Buffón, el
tratado del Conde de Gobineau y hasta Comte influyeron y tuvieron su
cuota en la elaboración del nacionalsocialismo, sin olvidar a Wagner
como músico e ideólogo, a Guido von List con su faceta místico-pagana,
al zoólogo Lanz von Liebenfels y la gran influencia del filósofo F.
Nietzsche y su discípulo nazi Alfred Baeumler.
Con la visión racista, Hitler colocaba la lucha en un plano natural
de razas contra razas, donde la supervivencia de la más apta lograría
una humanidad evolucionada y mejor. La lucha y la exaltación de
determinados valores como el heroísmo, la lealtad y el amor al propio
origen y los antepasados hacían del nacionalsocialismo una cosmovisión
también espiritual. Al mismo tiempo Hitler denunciaba públicamente al
judaísmo como opresor declarando una «guerra justa» en la cual él mismo
se erigía como libertador de su pueblo justificando su accionar por el
legítimo derecho de defensa. No hay que olvidar que Hitler fue elegido
democráticamente en Alemania, siendo recibido con flores por parte del
pueblo austriaco cuando este anexionó ese país al Reich. Si usted no
tenia esta imagen de Hitler, apague un poco el televisor, puede estar
siendo manipulado mentalmente!.
Aquellos valientes germanos que al igual que Bakunin descubrieron en
su propia patria los “engranajes ocultos” de esta maquinaria infernal a
la que llamamos “Sistema”, no solo se limitaron al análisis o la crítica
sino que apuntaron a denunciar públicamente este “motor oculto”, con el
sano intento de suprimirlo (querían cortar el mal de raíz), luego todo
el Sistema sería sustituido por uno nuevo, basado en la concepción aria
de las leyes naturales. ¿Cómo se destruía un Sistema formado por dos
oposiciones dialécticas falsas? La solución que idearon fue Crear una
Oposición Real al sistema de dominio que pretendían suprimir. En un
contexto ideológico dominado por dos opciones que en el fondo son
iguales y que tienden en mi opinión a alejar al hombre de su centro
vital y de sí-mismo, alejándolo de sus raíces (por debajo) y los
vínculos con lo trascendente (por arriba), Hitler presentó una genuina e
integral oposición al Sistema de dominio místico-social-psicológico
cuya esencia acabo de describir. Su solución fue restaurar en el hombre
los lazos que lo unen hacia sus raíces (entiéndase por ello el culto a
la raza, la hermandad en la comunidad de sangre) y los lazos con lo
trascendente (entiéndase con ello toda una exaltación de una existencia
vitalista basada en valores elevados de lealtad, entrega, valor,
heroísmo, camaradería, amor a la naturaleza, familia natural, idealismo
próximo, etc., todos valores que pueden ser confundidos con una deidad
que se encontraba adormecida por un proceso corrosivo que había
comenzado a infiltrarse en Europa desde hacía ya casi dos milenios).
Todo resultó positivamente para los alemanes, que habían encontrado el
antídoto contra el veneno que los corroía y hubo quienes advirtieron el
carácter milagroso de restauración Social acaecida en ese breve
transcurso de tiempo histórico (12 años). Pero el nacionalsocialismo era
un ejemplo peligroso de liberación para los demás pueblos occidentales,
por ello debía ser eliminado cuanto antes. Así pues las potencias
mundiales que respondían a los mandatos judaicos se reunieron para
destruir mediante una guerra mundial a una díscola Alemania (así como
hoy pretenden eliminar a Irán).
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